Cáñamo y Capitalismo

🙏
“El Señor ha dado, y el Señor ha quitado. Bendito sea el nombre del Señor.”

Dos invenciones maravillosas nos dio la avaricia del Señor Capitalismo: la máquina de espresso y automóviles hechos de cáñamo.

A Luigi Bezzera le dolía la espalda baja de cargar tanto dinero en la cartera, pero eso no era suficiente. Le dolía más ver a sus trabajadores perder tanto tiempo durante el coffee break (el café es la droga fundamental del capitalismo) por lo que decidió invertir dinero y cerebro para inventar la máquina de espresso por su rapidez para hacer café y para beberlo.

Henry Ford también buscaba innovaciones en la producción automotriz para disminuir los costos, una de ellas, el Coche Cáñamo, un proyecto que pretendía unir los desechos agrícolas y la industria automotriz. La carrocería del Coche Cáñamo estaba compuesta de un chasis tubular de aluminio con paneles de plástico reforzado con un 10% de fibra de cannabis. Henry Ford apoyó financieramente el proyecto, pero no cogió vuelo debido a la atmósfera política contaminada por la prohibición de la producción, importación y consumo de cannabis. Detrás de la prohibición se escondía la agenda política de la industria de algodón que competía con el cáñamo.

Henry Ford a dos de prender el... Coche Cáñamo en 1941
"¿Por qué deberíamos talar bosques que han tardado siglos en madurar y agotar minas que se formaron durante edades, si podemos fabricar el equivalente a los productos forestales y mineros cada año a partir de cultivos anuales?"
-Henry Ford

Y luego llegó la Segunda Guerra Mundial. Los metales se utilizaron estrictamente para la producción militar, por lo que objetos y aparatos comerciales como el abrelatas, utensilios de cocina y las máquinas de espresso, escasearon.

La relación que entre Estados y drogas reflejan de manera concisa su jerarquía de valores, que a veces hace que el Estado se dispare en el pie. El coffe break se inventa por un empresario para reducir los tiempos perdidos (quien mejor representa esto en Chaplin en Tiempos modernos), porque el café es uno de los hitos del Capitalismo, una droga relativamente sana que te hace mucho más productivo, además de ser deliciosa. Pero siempre puede estirarse más la liga, y se inventa la máquina de espresso. Pero esta avaricia se acabó los recursos del mundo. Henry Ford y el Laboratorio Soybean (equipod detrás del proyecto) previeron este dilema: si se acaban los recursos naturales no va a quedar mundo por explotar.

Al cannabis se le cerró la puerta en el siglo XX. Las ventajas de esta droga son claras para el usuario, pero dejan de ser beneficios para un gobierno. Pero, ahora el boom de la industria cannábica es imparable, y los grandes empresarios, así como los Estados, ya metieron mano.

Pero el cannabis no tiene las mismas ventajas capitalistas que el café. ¿Qué pasará, pues? ¿Se dispararán en el pie de nuevo aunque el Reloj del Apocalipsis esté a 90 segundos de la medianoche?

Muchas cosas qué especular. Déjenme prenderlo para relajarme y pensar sobre el futuro.

Y, por qué no, reírme un poco.