“Mijo, ya no los hacen como antes”: Leopoldo Salazar Viniegra y Gael Boetticher
Leopoldo Salazar Viniegra era un doctor de la vieja escuela: una persona de saberes e intereses múltiples que iban más allá de su profesión. No estoy diciendo que ya no los hacen como antes, pero ya no los hacen como antes. Para bien y mal, la superespecialización ha impedido esta anchura del río de la sapiencia. El río del doctor Salazar Viniegra abarcaba el campo de la medicina, periodismo y economía; en éste último, sus aportaciones le valieron para ser referido en los medios como “el hombre que tiene la solución al problema de las toxicomanías.”*
En la serie Breaking Bad, Walter White y Gael Boetticher, ambos químicos, se preguntan cómo es que acabaron trabajando en un laboratorio de metanfetaminas. Gale se justifica éticamente argumentando que “Adultos que dan consentimiento saben lo que quieren; si no soy yo quien se los suministra, lo conseguirán de alguien más. Al menos, conmigo obtienen exactamente lo que están pagando.”** Por cierto, un químico que recita a Walt Whitman de memoria, elabora café y juega ajedrez mientras cocina con el gran Heisenberg.
Un gran OJO aquí: las metanfetaminas nada tienen que ver con la marihuana, pero lo traigo a colación porque es precisamente esa distinción una de las aportaciones que hizo Salazar Viniegra: separar el cannabis del resto de otras drogas como la cocaína, heroína y anfetaminas: “[Salazar Viniegra] diferenció claramente entre el consumo de marihuana y la dependencia que causaban los opiáceos”.* Otro punto en común: la legalidad del cannabis permite consumir exactamente lo que se está comprando, muy relevante ahorita ya que uno de los temas en la visita de Biden y Trudeau es el problema con el fentanilo.
Desde el punto de vista del doctor, el tráfico de drogas es “un fenómeno de orden económico ligado estrechamente al régimen capitalista dominante en el mundo y muy especialmente a los países imperialistas”.* Al igual que Gael, él defendía la libertad de decisión en el consumo, y buscaba ofrecer opciones para un consumo responsable. Claro, cada uno desde una trinchera muy distinta, pues mientras que Boetticher cocinaba con Walter White, y así ofreciéndonos ambos el amor platónico más puro que jamás se ha visto en la televisión, Salazar Viniegra lo hizo desde la trinchera académica.
El gobierno de Lázaro Cárdenas despenalizó el consumo de marihuana en 1940 gracias a las aportaciones científicas que el doctor mostró con su texto “El mito de la marihuana” publicado bajo la Academia Nacional de Medicina. En el texto desmintió la creencia que el cannabis inducía a la psicosis y criminalidad en sus consumidores, “[...] en contraste con los numerosísimos casos de psicosis originados por el alcoholismo.”***
Lamentablemente, la despenalización no alcanzó ni el año de vigencia. La presión de Estados Unidos y su guerra en contra de las drogas debido a intereses políticos y económicos, cosa que advirtió el doctor con anticipación como bien vimos, deshizo estos avances mexicanos en la medicina y en la economía.
Pero seamos un poco como los profesionistas de antes. El tabú hacia el cannabis debe ser comprendido y cuestionado desde múltiples ángulos. Tenemos los beneficios medicinales de la planta como sus efectos analgésicos; tenemos también el asunto social de la libertad de elección al consumo; tenemos el asunto de combatir el narcotráfico por medio de regulaciones, y tenemos los beneficios económicos del uso de cáñamo para productos como textiles.
Si dejamos atrás nuestras credenciales superespecializadas y ampliamos el río de la sapiencia podemos comprender mejor el tema de las prohibiciones que involucra a la medicina, política, economía y filosofía. ¿Quién está decidiendo por nosotros?
¿Y por qué?
- * “El psiquiatra que luchó contra los cuerdos para despenalizar a las drogas”, Nidia Olvera Hernandez y Magali Ocaña Salazar «https://bit.ly/3GM4eWp».
- ** Breaking Bad, temporada 3, ep. 6.
- *** Leopoldo Salazar Viniegra, “El mito de la marihuana”, en Criminalia. Revista de sociología criminal, México, diciembre de 1938.