La discusión sobre el cannabis y su impacto en la salud ha sido objeto de controversia durante varias décadas, y se ha intensificado la discusión conforme el tema de la legalidad avanza. Los estimados sobre el número de fallecimientos atribuidos al uso de marihuana varían bastante, y van desde la alegación infundada de que se producen alrededor de 30.000 muertes al año, publicada en un artículo poco confiable y bastante desacreditado al día de hoy en el British Medical Journal en 2003, hasta cifras totalmente nulas.
La realidad es que el cannabis no ha causado una sola muerte por sobredosis en toda la historia de la civilización humana, lo cual se debe a que es prácticamente imposible consumir una dosis tóxica de THC, el compuesto psicoactivo presente en el cannabis. Es importante mencionar que esto es un hecho científico comprobado, pues un estudio que fue realizado en los 70s, en perros y monos demostró que dosis de más de 3 g/kg de THC (que es una dosis bastante alta) administradas por vía oral no fueron suficientes para causar la muerte a los animales sometidos al estudio.
Al día de hoy, no se ha podido establecer la dosis letal media de THC para los humanos y se estima que para causar la muerte y tocar las puertas del cielo por culpa de nuestra amada Mary Jane, debes consumir alrededor de 680 kg de cannabis en un periodo de 15 minutos, hazaña que resulta totalmente imposible de realizar, incluso para el más pacheco de nosotros.
También es importante mencionar que el cannabis es una droga relativamente segura de consumir en comparación con otras drogas, tanto legales como ilegales (checa aquí nuestro artículo sobre la marihuana y la adicción). Por ejemplo, el consumo excesivo de alcohol es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, mientras que el consumo excesivo de cannabis no conlleva ningún riesgo de muerte en absoluto.
Por otro lado, sabemos que la ciencia ha demostrado los beneficios medicinales del cannabis. Esta maravillosa planta ha sido utilizada para ayudar a tratar una variedad de afecciones, que van desde dolores crónicos, náuseas y vómitos relacionados con la quimioterapia, hasta dolores musculoesqueléticos, estrés, insomnio y ansiedad. Sin embargo, es importante mencionar que el consumo excesivo y desmedido de cannabis puede llegar a causar problemas cognitivos, sobre todo si se abusa de su consumo en menores de edad, por lo que resulta bastante importante que se realice un uso responsable y moderado.
Otro mito rondando por ahí, es que, el consumir marihuana a largo plazo causará que desarrollemos tendencias psicóticas o comportamientos delictivos alterando el funcionamiento de nuestro cerebro a nivel psicológico. Respecto a este tema, la ciencia no ha encontrado evidencias que relacionen el uso del cannabis con la pérdida de la cordura en individuos sanos. Aunque existen estudios que sugieren que el consumo de cannabis puede preceder al desarrollo de enfermedades subyacentes en personas con cierta predisposición, no se ha establecido una relación causal directa entre ellos. Solo se han identificado similitudes o asociaciones entre ambos factores.
Un aspecto importante a tener en cuenta, es que el cannabis puede tener efectos diferentes en personas con diferentes niveles de tolerancia. Por ejemplo, una persona que nunca ha consumido cannabis puede experimentar efectos más intensos en comparación con una persona que es un usuario habitual. Por esta razón, es importante que cada persona experimente con diferentes dosis y tiempos de consumo para encontrar lo que funciona mejor para cada quien.
En resumen, la marihuana es una droga bastante segura de consumir, puede tener muchos beneficios en la salud y definitivamente no causa muertes por sobredosis. Sin embargo, es importante que se realice un uso responsable y moderado. Y algo que definitivamente queda claro es que, a medida que la legalización del cannabis avanza en todo el mundo, es esencial seguir monitoreando y estudiando sus efectos en la salud para poder sacar un mayor beneficio de esta milenaria planta.