Las cepas son diferentes variaciones de la planta de cannabis (así como existen variaciones de tomate: bola, cherry, saladette, etc.).
Cada cepa tiene un perfil único de composición química – una combinación diferente de cannabinoides y terpenos. Si disfrutas el sabor, olor, y efectos de una cepa en específico, es muy posible que también disfrutes otra cepa con una composición química similar.
En general, las diferentes cepas se pueden agrupar dentro de tres grandes categorías: índica, sativa, o híbrida.
Las sativas e índicas son las cepas que principalmente se dan de forma natural, mientras que las híbridas, resultan de la mezcla de las dos anteriores. En la medida que nuevas cepas híbridas se desarrollan, estas mismas se cruzan con otras cepas existentes para crear diferentes cepas.
Sin importar si una cepa es una variedad natural o un híbrido, cada una tiene características y efectos únicos, resultado de su composición química (su mezcla de cannabinoides, terpenos, y otros compuestos).
Sin embargo, usualmente a las sativas se les conoce como cepas “de día” porque suelen tener efectos vigorizantes y energizantes. Por el otro lado, las índicas generalmente son mejores cepas “de noche” y suelen resultar en sensaciones de calma, relajación, y sueño. Las cepas híbridas resultan en una combinación de efectos, dependiendo de su linaje. Normalmente, estas cepas híbridas son dominantes en índica o sativa. Una cepa híbrida dominante en índica podría relajarte sin resultar en cansancio o sueño; o una cepa híbrida dominante en sativa podría animarte al mismo tiempo que te relaja.... ¿Qué locochon no?.
Sea lo que sea que estás buscando, vale la pena experimentar.
¿Cómo consumir marihuana?
La planta del cannabis se ha consumido de varias maneras desde hace miles de años. Hoy existen además diferentes utensilios que ayudan a su consumo. Se puede consumir fumándola, vaporizandola, comiéndola, y por medio de aplicación tópica (por ejemplo en forma de crema, ungüento o aceite).
La marihuana se puede fumar usando pipas, pipas de agua, y bongs hechos con diferentes materiales y objetos. También se puede enrollar para fumar en un cigarrillo (también llamado porro), o puro (blunt).
De igual manera, la vaporización es popular en la actualidad, especialmente con la llegada de los vapes que son populares con los principiantes porque son discretos, portátiles, y fáciles de usar. Existen diferentes tipos de vapes – algunos son móviles, y otros son más grandes para uso doméstico – y pueden vaporizar la planta directamente, concentrados, o ambos (checa aquí todo lo que debes saber sobre vapear cannabis).
El dabbing es una nueva forma de consumo que utiliza la vaporización de extractos de cannabis. Los dabs suelen contener dósis altas de THC y son muy potentes; a veces solo una gota de concentrado puede ser equivalente a un joint entero. El dabbing es una práctica para consumidores avanzados.
Los comestibles son cualquier tipo de comida o bebida infusionada con cannabis. Estos pueden ser gomitas, brownies, chocolates, y galletas; menos comunes son también bebidas como sodas, cervezas, vino, papas fritas, carne seca, y básicamente cualquier cosa a la que se le pueda agregar mantequilla o aceite con cannabis. Los comestibles son excelentes para principiantes porque no se necesita ningún utensilio para consumirlos y normalmente se venden en formatos con medidas y dósis específicas. Esto ayuda a obtener una experiencia controlada y consistente con cada consumo.
Con los comestibles, siempre recuerda empezar con poco e ir despacio. Come un poco, empezando con 5 mg o menos, y espera por los efectos una o dos horas antes de comer más. Los comestibles son suficientemente fuertes, pero sus efectos tardan más en sentirse y duran más tiempo que los del consumo por vape o fumar, debido al proceso digestivo que tenemos.
Si sientes que consumiste demasiado, recuerda permanecer tranquilo, y tomar agua. Salir a caminar y distraer tu mente suelen ser de mucha ayuda, o simplemente dormir un buen rato te devolverá a tu esado normal, no hay nada de que espantarse.