En 1998 se estrenó la película Truman Show; el álbum Mezzanine, de Massive Attack, y, más importante para nuestro asunto, el videojuego 1080° Snowboarding en el Nintendo 64. Quien lo recuerda sabe que este juego era la neta, y reflejaba el aumento de popularidad en el deporte.
En ese mismo año se añadieron cinco disciplinas a los Juegos Olímpicos de Invierno en Nagano, Japón, entre ellas el snowboarding. Es bien sabido que la raza más chill anda en algún tipo de patineta: skateboard, surf y snowboard; y que la raza más chill se tutea con la weed. Ergo, sucedió lo obvio: el canadiense Ross Rebagliati, primer medallista de oro en la historia del snowboarding salió positivo a cannabis, por lo que le quitaron la medalla.
Tras el escándalo, Robin Williams (que el Señor tenga en su gloria al doctor de la risa) presentaba en su rutina como standupero un chiste en el que criticaba el hecho que la marihuana estuviera considerada como sustancia ilegal para mejorar el rendimiento de los atletas, a menos que se colocara un Hershey gigante en la meta final.
Un año antes, en el ‘97, al portero de París Saint-Germain, Bernard Lama, lo suspendieron dos meses de la liga por echarse un porro, cosa que le costó la salida del club.
Y regresando al presente, con las consolas muy lejos del Nintendo 64, con la realidad virtual y cuanta novedad más, la Agencia Mundial de Anti-dopaje anunció que el 2022 podría ser el último año en el que el cannabis sea considerado como sustancia ilegal en sus pruebas.
Pero henos aquí en el Mundial del 2022 llevado a cabo en Catar, un país cuya penalización por el consumo e introducción de drogas está entre los 20 años de cárcel, a la pena de muerte. ¿Cómo esperar la despenalización internacional del cannabis en el deporte así?
Dicho esto, hay esperanza. El avance es evidente y los estudios científicos sobre el cannabis siguen ayudando a la planta. Independiente al asunto recreativo, el cannabis en el deporte podría ser muy útil por sus propiedades anti-inflamatorias y por su capacidad para reducir el dolor.
En 1998, Ross Rebagliati recuperó su medalla olímpica dorada gracias a que se revisó el escándalo y se levantó el castigo.
Moraleja: a la siguiente que tu compa fifero te gane la reta, hazle una prueba de anti-doping. Si sale positivo, pídele una pizza, porque su victoria vale por dos.
Y tú, ponte a practicar.
¿Cuándo se llevará a cabo un Mundial en Amsterdam, para ir?